Menos torneos pero mejor pagados, los esports han pasado de 5.000 eventos en 2015 a 3.400 en 2018
Ligas y competiciones de esports

Menos torneos pero mejor pagados, los esports han pasado de 5.000 eventos en 2015 a 3.400 en 2018

En un artículo publicado en el blog de deportes de JD Style, han llevado a cabo un minucioso análisis sobre la evolución en el mundo de los deportes electrónicos en las últimas dos décadas, apoyándose en los datos ofrecidos por Esports Earning. Unas de las conclusiones extraídas del estudio es que el número de torneos en los esports ha decaído desde su explosión en 2015 y se ha pasado de más de 5.000 eventos a 3.400 en 2018.

Sin embargo, aunque pueda resultar alarmante para algunos, estas cifras no muestran otra cosa más allá que la madurez de la industria. Gracias a otros datos, como el número de jugadores o las cantidades de dinero que se reparten de media en los torneos, se puede ver que el sector no solo está bien, sino que está mejor que nunca, al menos en términos económicos.

jd styles gráfico Gráfico vía JD Style

30.000 euros más de media

Una de las mejores cifras que ha dejado el artículo ha sido el incremento en solo tres años de las bolsas de premios en cada evento. En 2015, la media se situaba en poco más de 13.000 dólares, mientras que en 2018 llegó hasta los 44.427. Por supuesto, sigue habiendo torneos pequeñitos, incluso semiprofesionales, que no pueden permitirse tener en su programa unas dotaciones de cinco ceros, pero superproducciones como The International –entre muchos otros- ayudan a elevar la cifra.

Como decíamos, otro de los indicadores del crecimiento de la industria es que el número de jugadores profesionales se ha mantenido al alza. 36 meses atrás el número se estableció en 13.801, después del inmenso impacto de hace unos años, pero en 2018 los jugadores profesionales sobrepasaron ampliamente los 18.000.

Hace falta destacar que los esports tuvieron un auge inmenso entre 2014 y 2015, el mayor que ha tenido el sector, atendiendo a los datos ofrecidos por el artículo e Esports Earnings. Entre esos dos años los torneos celebrados aumentaron en 2.000 y los jugadores profesionales casi se duplicaron: de 7.777 pasaron a los más de 13.000 mencionados anteriormente.

jd style gráfico Tabla vía JD Style

A pesar de todo, desde 2016 se ha ido normalizando esta situación a medida que descendían los campeonatos que se organizaban. Con el paso del tiempo, las empresas que probaban a meter la pata para comprobar qué se cocía en el caldo de los deportes electrónicos fue disminuyendo, los que no conseguían el éxito se marcharon para no volver en un tiempo prudencial

Actualmente, se puede comprobar que las ligas regulares están cada vez más asentadas, los niveles más altos de profesionalización en casi cada esport cuentan con una competición en la que pelear cada año, ya sea mediante una estructura de liga cerrada o a través de un calendario compuesto de diferentes torneos, clasificatorios y eventos en los que poder medirse a los mejores del mundo y aspirar a grandes premios.

Sin embargo, también es cada vez más normal ver que las categorías por debajo se organizan para ofrecer un espectáculo diferente al internacional, pero también interesante. La Liga de Videojuegos Profesional (LVP) creó un estándar en League of Legends con Superliga Orange que se está exportando a otros países y a otros videojuegos en los que un formato de liga también encaja a la perfección.

Un futuro todavía incierto

Con los datos en la mano hay una verdad incuestionable: el número de torneos es ligeramente superior al de 2014, pero se paga de media tres veces más por cada uno de ellos. La capacidad monetaria desplegada en 2018 fue absolutamente histórica con respecto al año inmediatamente anterior, 17.000 euros más por evento que en 2017.

A pesar de todo, los deportes electrónicos, y todos los que se encuentran involucrados en ellos, no pueden perder de vista que la industria está dando algunos síntomas de desgaste, al menos en algunos frentes. Lejos de League of Legends, Counter-Strike: Global Offensive o Dota2, hay otros esports que no están tan consolidados.

Overwatch afronta la segunda temporada de Overwatch League, y el juego ni la compañía parecen pasar por su mejor momento. El renovado aspecto de la liga de Blizzard para 2019 tiene muchos apoyos: nada menos que ocho franquicias nuevas, previo pago de varios millones de dólares cada una, que no deja de ser un salto de fe.

Como en todo buen negocio, una inversión espera cierto retorno, ya sea monetario, en imagen o en otros activos. Sin embargo, el artículo del que nos hicimos eco en Xataka Esports hablaba de cómo las previsiones del mercado de los esports podían haber sido sobrevalorado y el dinero depositado iba a tardar mucho más tiempo en ser recuperado. Malas noticias para un mundo que no acepta de buen grado los giros inoportunos.

Pg 06 Esports Getty

Empezamos la cuesta de enero en 2019 y no se puede olvidar todo lo que ha ocurrido en 2018, tanto lo bueno como lo malo. Todos estos datos deben de hacer saltar las alarmas, las alarmas de la tranquilidad, de la necesidad de hacer las cosas bien y no pretender correr antes de saber andar. Lo más probable es que durante este año la cosa se estabilice un poco, en algún momento tiene que llegar un punto en el que el crecimiento deje de ser tan alto, aunque quizás todavía no haya llegado ese momento.

No hace falta decir que los deportes electrónicos son una fuente potencial de millones de dólares, pero solo si se dan los pasos adecuados. Lejos de pretender que los deportes electrónicos se conformen con lo que tienen, de pecar de «amarrategi», una cosa es hacerlo bien y otra a lo bestia –bien lo sabemos los vascos. Las inversiones desproporcionadas pretendiendo sacar una rápida tajada del negocio no casan bien con unos esports que todavía están alcanzando la altura suficiente como para volar con seguridad.

Imagen vía ESL

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