Cuando Valve hace algo, sube el pan. Tras cinco años desde la salida de Dota2 de la fase beta, Artifact, el juego de cartas basado en esa misma IP, llegó hace unas semanas a Steam. Con un modelo de negocio más próximo a los juegos de cartas físicos que a los digitales, que hacen del free2play su bandera, Artifact ha visto como su hype se ha diluido casi a la par con sus números de Twitch y de jugadores concurrentes.
Para hablar de estas dos alocadas semanas desde la salida del juego el pasado 28 de noviembre, hemos contado con Luis "Necca" Gómez, comentarista de Dota2 en Viciuslab y uno de las personas que más han seguido la evolución de Artifact desde su anuncio durante el pasado The International. En la casi una hora de video-podcast intentamos detallar las razones por las cuales el juego ha perdido más del 60% de sus jugadores.
Una serie de catastróficas desidias
La inherente dificultad del juego es un detalle importante, sin lugar a dudas, pero tampoco hacen mucho por Artifact la escasa publicidad de Valve, ya fuera por medios tradicionales como banners o incluso otros más novedosos como el uso de influencers. A diferencia de Magic Arena, que se volcó con los streamers y creadores de contenido del mundo de los juegos de cartas, Artifact no ha sido apenas accesible para ellos hasta casi su salida.
Esta es la curva de jugadores y espectadores en Twitch de Artifact de esta última semana. SteamDB.
Estas cifras han sacudido a una comunidad que tampoco se ha mostrado satisfecha ante un juego que cuenta con un modelo de negocio peculiar dentro del mundo del gaming. Después de los cerca de 18 euros necesarios para adqurir Artifact, es necesarios pagar para conseguir los tickets que otorgan recompensas y hay la posibilidad de adquirir cartas través del mercado de Steam como si de skins se tratase. Una barrera que ahuyenta a los casuals.
